martes, 4 de diciembre de 2012

Artículo dedicado a Exposición "Viajan sin Mapa" publicado en la Revista "Mérida Viva" el 2 de Noviembre de 2012.
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Sitio web de "Mérida Viva"

viernes, 2 de noviembre de 2012










Artículo original en el siguiente enlace:


meridaviva.com


























Desde siempre todos comentan el prolongado vínculo, que parece no cesar, entre Yucatán (mejor, Mérida) y Cuba (mejor, La Habana). "Esta casa es una copia exacta de otra que existe en La Habana", he oído decir; y también: "aquí antes, como en Cuba,  se les decía guagua a los camiones". Largo sería el estudio que hurgase en tales afinidades, pero si es meritorio ir haciéndolo  aunque sólo fuese a modo de minirelato. Tal vez como lo pudo haber sido la exposición-memoria -recién clausurada- "Viajan sin Mapa" en la Galería Manolo Rivero de esta ciudad. El subtítulo de la muestra nos sugiere el puente, la historia a hilvanar: "Plástica Cubana de los 80. La conexión Manolo Rivero".

A finales de la década de 1980 el galerista meridano Manolo Rivero comenzó a vincularse con jóvenes artistas cubanos ya  prestigiosos los que junto a otros dinamizaban el mundo de la plástica insular. Dinámica que se había hecho sentir en todo el continente americano y en buena parte del mundo, a tal punto que el reconocido crítico Luis Camnitzer hubo de denominarla como el Renacimiento Cubano. Pero en la historia que ahora contamos la actividad curatorial-empresarial de Manolo no se limitó a lo común (invitar-exponer-comprar-vender), sino que se hizo parte clave al propiciar un puente coyuntural: el éxodo, en gran medida masivo, de artistas plásticos cubanos vía México (luego sería vía al mundo) tránsito Mérida.
A la par de cuestionar modelos culturales y de renovar la mirada, esos grupos e individualidades de jóvenes artistas plásticos -que iban apareciendo por doquier-, también comenzaron a cuestionar dogmas y, por consiguiente, comenzaron  molestar al Poder. Una provocación en plena inauguración de una muestra (un desconocido que defeca encima del periódico oficial) conduce a que las autoridades diseñen un modo sutil de represión (era 1990, y lo drástico no era pertinente, ya se había caído "El Muro" y la Perestroika ya conducía al fin de la URSS). Así, ni cárcel ni censura a los artistas y a las obras contestarias, sólo permisos para que se verificaran las anheladas visitas al exterior. Salidas que antes sólo eran posible tras designaciones oficiales y tras rigurosos trámites y avales.






Fue por esa época que llega Manolo Rivero a La Habana con sus salvadoras cartas de invitación propiciando así el éxodo de jóvenes artistas plásticos surgidos en la década de 1980 que antes mencionamos. Y aunque también hubo otros galeristas que allanaron el camino  del éxodo artístico (como Nina Menocal, cubana afincada en el Distrito Federal), la tónica común fue marcada por el tránsito vía Mérida, el pernoctar en el "Hotel Trinidad" y el contactar con su propietario: Manolo Rivero. De aquí surgieron exposiciones y la gestación de una subcolección de arte cubano dentro del gran emporio -personalísimo y ecléctico- que es la Colección Manolo Rivero.
 Así, con parte de estas obras (adquiridas por el galerista yucateco o aceptadas a modo de pago por su estancia en el hotel) se conformó "Viajan sin Mapa". Piezas que, a la par,  se mostraron en los mismos espacios que en décadas atrás acogieron a algunas de ellas. 
"Viajan sin Mapa" no fue concebida como una simple presentación de cuadros; fue diseñada a modo de estimular la construcción de una Memoria, la de un acontecimiento crucial para la historia de la plástica cubana (el éxodo artístico de los noventa) y la de un puente cultural más entre dos ciudades: La Habana y Mérida. De este modo, y durante el lapso en que estuvo abierta (del 20 de enero al 21 de septiembre de 2012), la "puesta en escena" -es decir, el montaje- y el concepto, divulgados a través de las redes y a partir de las mismas visitas al sitio, impulsaron a los que, directa e indirectamente se involucraron en el hecho, para reactivaran sus recuerdos y anécdotas. Datos que se han ido compilando para que en un futuro puedan publicarse a modo de una memoria siempre abierta e incluyente, tal vez para realizar otra muestra diferente y que comente  a "Viajan sin Mapa" desde otro ángulo posible. La muestra también fue propiciatoria para que los diferentes públicos construyeran miradas a partir de un hecho del que no fueron partícipes. Sobre todo sirvió de reflexión para los jóvenes artistas de la ciudad apenas nacidos cuando los hechos "narrados" en "Viajan sin Mapa" tenían lugar.
José Luis Rodríguez de Armas
Mérida Viva, No. , Noviembre, 2012






MEMORIA DEL MONTAJE


Obras en su sitio en el Hotel




Reparación de la Galería



El Montaje


La Inauguración